1. Mantén las manos muy limpias
Después de lavarte las manos, asegúrate de que las uñas están completamente libres de suciedad, eliminando primero todos los restos de esmalte con un quitaesmalte sin acetona, que no reseca las uñas. Aplica jabón a un cepillo de dientes limpio y luego frota suavemente las uñas y la piel circundante para eliminar la suciedad y sin productos químicos agresivos y secantes.
2. Sé suave con las uñas
Tus uñas son delicadas, así que trátalas como tal. Evita utilizar herramientas metálicas en las uñas, ya que escarbar demasiado puede hacer que la placa de la uña se separe de la piel (una afección llamada onicolisis), común en personas mayores de 50 años. Limpiar con productos químicos y lavar los platos a mano también puede debilitar las uñas.
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3. Córtate las uñas regularmente
Los recortes constantes son tan importantes para las uñas como para el pelo, hacen que las uñas sean menos propensas a engancharse y romperse. Así que intenta cortarlas cada dos semanas, ajustando la frecuencia según sea necesario una vez que veas cómo responden tus uñas.
4. Prioriza la salud de las uñas sobre su longitud
Las uñas largas son elegantes, pero si eres una persona que ha luchado contra los padrastros o las roturas, el IMABELL recomienda que mantengas las uñas cortas, al menos durante un tiempo, para que crezcan más fuertes. Un estilo más corto con bordes redondeados tiene un aspecto cuidado y tiende a ser más fácil de manejar, por lo que no tendrás que someter tus uñas a un desgaste extra. Mientras cada una de ellas coincida con sus nueve vecinas, no echarás de menos la longitud añadida.
5. No te olvides de cuidar también tus herramientas de uñas
Desinfectar las herramientas de uñas entre usos es tan importante como hacerlo regularmente, y por la misma razón: las bacterias. Para mantener las uñas libres de infecciones, lava las herramientas metálicas con agua y jabón y luego limpiarlas con alcohol. Y no te olvides de sustituir regularmente las herramientas desechables, como las limas de uñas. No hay razón para seguir utilizando una herramienta estropeada cuando es tan fácil cambiarla por una nueva por unos pocos euros.
6. Deja tus cutículas tranquilas
La cutícula tiene una función muy importante: Sella la zona de la base de la uña. Así que piénsatelo dos veces antes de cortarla o, porque puede romper ese sello de protección, dejándote vulnerable a las bacterias y a la posibilidad de infección (además de los dolorosos y antiestéticos desgarros).
7. Protege tus uñas con una capa de base
En IMABELL disponemos de tratamientos exclusivos para fortalecer tus uñas y además mejorar de forma notable su imagen estética para que además de sanas se vean atractivas.
