Al igual que tomamos medidas para proteger nuestra piel del frío invernal, debemos aplicar la misma consideración a nuestros pies. Si no les prestamos la atención adecuada, el frío puede causar varios problemas, desde la piel seca hasta el deterioro del esmalte de las uñas y derivar en problemas más graves como las uñas encarnadas y diversas formas de dermatitis.
Aquí te ofrecemos una serie de consejos para cuidar tus pies durante los meses más fríos del año.
Cuidar la piel y las uñas de tus pies en invierno
1. Higiene diaria: Es esencial mantener una higiene adecuada para evitar infecciones y enfermedades. Usa un jabón neutro para limpiar tus pies a diario. Luego, asegúrate de secarlos completamente, prestando especial atención a la piel entre los dedos y cualquier pliegue en la piel.
2. Exfoliación semanal: La exfoliación elimina las capas más ásperas de la piel y promueve la regeneración celular. Elige un peeling específico para los pies y aplícalo una vez a la semana.
3. Máxima hidratación: Durante el invierno, la piel de tus pies necesita una hidratación extra. Employen cremas hidratantes específicas y si notas que la piel empieza a mostrar signos de sequedad, puedes usar una mascarilla de pies. Los calcetines hidratantes pueden proporcionar una dosis adicional de hidratación semanalmente.
4. Protege tus pies: Antes de hacerte la pedicura, utiliza un spray higienizante para prevenir infecciones. Y no olvides utilizar un aceite para cutículas que ayudará a prevenir su resequedad y agrietamiento.
5. Dale color a tus uñas: Aunque estén ocultas en zapatos y calcetines durante gran parte del invierno, pintar tus uñas puede ayudar a protegerlas. Por lo tanto, no dudes en elegir tus colores favoritos o, si prefieres un look más natural, opta por un esmalte de tratamiento.
6. Evita las fuentes de calor directas: Aunque pueda ser muy tentador, evita colocar tus pies cerca de fuentes de calor directas como la calefacción. Esta práctica puede irritar la piel y causar sabañones.
7. Elige el calzado correcto: Usa calzado que se adapte a la forma y tamaño de tus pies, pero sin apretarte mucho. Si es posible, opta por zapatos hechos con material aislante para proteger tus pies de la humedad y con suela antideslizante.
Estos simples pero efectivos consejos pueden marcar una gran diferencia en la salud y apariencia de tus pies durante el invierno. Actúan como un tratamiento preventivo, evitando problemas antes de que ocurran y mantienen tus pies en perfecto estado para cuando llegue el buen tiempo.